13 de marzo del 2021

De Annareli:

“Cuando empezó la pandemia estaba en mi sexto mes de mi beca postdoctoral en Boulder, CO. Era el trabajo de mis sueños, estaba conociendo grandes amigos y colegas, y podía ver mi futuro como investigadora científica independiente. De repente todo cambió. Los siguientes tres años se volvieron muy intensos con dudas, autorreflexión, ansiedad y aislamiento. Me di cuenta de que no podía trabajar desde casa. Me esforcé mucho y pude progresar lo suficiente, pero siempre me sentí atrasada y fracasada. Extrañaba hablar con mis amigos y colegas. Me sentí tan sola y sola en mi lucha. Sabía que lo tenía relativamente bien en comparación a otros. Me comparaba MUCHO con los demás. Luché y luché, traté y traté, lloré y lloré y, en general, me sentí como una absoluta m**. Trate de mantener mis relaciones a flote con mis amigos, mi familia y mi pareja. Traté de evitar que mi carrera fracasara. Me había esforzado tanto antes de la pandemia para obtener mi doctorado, ¿y sólo para fracasar?

Seguí esforzándome, a pesar de que estaba completamente agotada. La imagen de mi bloque se inspiró en la lectura de un artículo de NPR llamado: Las manos que ayudan también necesitan un descanso: cómo apoyar sin agotarse. La imagen creada por Hanna Barczyk para el artículo reflejó exactamente cómo me sentía. Todo se estaba deshaciendo a mi alrededor y, aunque traté de mantener la compostura, el diluvio continuó. Estaba perdiendo fuerzas y sintiéndome atrapada en la situación en la que me encontraba. Mi bloque incluye las palabras Ya No Puedo, que significan ya no puedo más en español. Luché y grité pidiendo ayuda, sólo para escuchar otros gritos de ayuda como respuesta.

En el verano del 2021, nuestras bibliotecas comenzaron a abrir y comenzaron a organizar eventos. Yo era una voluntaria activa en mi biblioteca pública y estaba ansiosa por volver a estar cerca de mi comunidad. Ayudé a armar kits de manualidades para una actividad de puntada de cruz llamada "Bordemos la situación".  Me uní a la actividad y me sentí bien de poder coser junto con otras personas, ver a las personas expresar creativamente sus sentimientos y experiencias, y formar parte de un proyecto grande para conmemorar la pandemia. Recibí mi bloque en julio del 2021 y cosi constantemente hasta mayo del 2023 cuando lo complete. Yo llevaba mi bloque a la biblioteca donde estudiaba para mi investigación investigación postdoctoral. El bloque estaba conmigo cuando de casualidad fui aceptada para un trabajo de investigadora científica. El bloque también viajó conmigo y mi pareja a Mexico para visitar a mi familia. Llegó a la boda de mi futura cuñada, donde conocí más a la familia de mi pareja. Fue al  funeral de mi nueva tía Claire. Fue a Kansas a pasar el Día de Acción de Gracias con los padres de mi pareja. Fue conmigo cuando comencé mi nuevo trabajo. Estuvo conmigo mientras estaba en terapia, y finalmente nos enteramos de mi diagnóstico de ADHD.  Estuvo allí mientras experimentaba con medicamentos y aprendía más sobre mi cerebro. Estuvo allí cuando aplicaba para trabajos y entrevistaba. ¡Estuvo allí cuando me dijeron que estaba contratada! Estuvo conmigo mientras luchaba con la decisión de dejar el trabajo que sentía que debería tener y un trabajo que era completamente diferente a cualquier cosa anterior.

Viajó con nosotros durante la mudanza a nuestro nuevo apartamento. Me esperaba por las tardes cuando volvía de mi nuevo trabajo. Fue allí cuando comencé a recuperar mi confianza y me di cuenta de que amaba absolutamente mi trabajo. Fue allí cuando comencé a cuidar mi salud y nutrición, después de descuidarme durante tanto tiempo. Cuando envié el bloque completo por correo, yo también me sentí completa. 

Estoy muy agradecida por la oportunidad que tuve de coser mi situación y hacer que esta pandemia fuera una versión más feliz y saludable de mí. Creo que puedo hacerlo, sea lo que sea.